martes, 3 de julio de 2018

Aparato Respiratorio


Fisiología Aparato Respiratorio

El aparato respiratorio se encarga de administrar oxígeno a los tejidos del organismo y eliminar el anhídrido carbónico. Comienza en la boca y nariz. Por ellas penetra el aire del exterior y llega a la faringe o garganta. Después atraviesa la laringe (encargada de producir la voz).


La entrada de la laringe está cubierta por un pequeño fragmento de tejido muscular (epiglotis) que se cierra en el momento de la deglución, impidiendo así que el alimento se introduzca en las vías respiratorias. Después, el aire penetra en la tráquea, la cual acaba bifurcándose en dos ramas llamadas bronquios, que conducen el aire a los pulmones.


Los bronquios se dividen sucesivamente en gran número de vías aéreas cada vez de menor tamaño que reciben el nombre de bronquiolos. Las ramas terminales son las más finas, teniendo tan sólo 5 mm de diámetro.

En el extremo de cada bronquiolo existen docenas de cavidades llenas de aire, con forma de diminutas burbujas que reciben el nombre de alvéolos, semejantes a racimos de uvas.

 Cada uno de los pulmones contiene millones de alvéolos y cada alvéolo está rodeado por una densa malla de pequeños vasos sanguíneos (capilares). Las paredes alveolares son extremadamente finas, lo cual permite el intercambio entre el oxígeno, que pasa de los alvéolos a la sangre de los capilares, y una sustancia de desecho, el anhídrido carbónico, que pasa de la sangre de los capilares al interior de los alvéolos.


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